¡No podemos dejar de recordar que Jesucristo sigue sanando! Hace más de un año atrás escribí un libro titulado “Jesucristo te sana”, el cual puedes descargar gratuitamente en esta página web. Tomo ciertas palabras de este libro para recordarte lo que Jesucristo hizo por nosotros.
¡Tienes derecho legal espiritual a recibir sanidad divina!
La sanidad divina es el derecho de todo hijo de Dios y de la misma manera, es la responsabilidad de cada cristiano el orar por los enfermos.
Cualquier obstáculo que se interponga en la sanidad de cualquier persona no es de Dios. Toda enfermedad y dolencia es obra del enemigo y debe ser derrotada donde quiera que se encuentre. Dios no es el problema, es nuestra ayuda.
Debemos recordar que nuestra libertad y sanidad fue comprada legalmente por Jesús. Satanás fue despojado de su poder sobre nosotros, pero todavía queda una hueste de demonios que continúan resistiendo nuestro avance y nuestra victoria. Jesús despojó a los principados y a las potestades y los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz (Colosenses 2:15). Mientras los hijos de Dios no sepan acerca de la derrota legal de Satanás, las huestes satánicas pueden continuar sus actos malignos sin ningún impedimento.
Jesucristo nos enseñó cómo derrotar al diablo utilizando la Palabra de Dios, y así es como nosotros también lo derrotamos. Lee cómo Él lo hizo en Mateo 4:1-11. Él refutó todas las tentaciones del diablo declarando la Palabra de Dios. Entonces, nosotros debemos utilizar la Palabra como un arma contra él y tan pronto como aparezca el síntoma más pequeño de enfermedad se debe atacar con declaraciones de fe de la Palabra de Dios diciendo: "Está escrito. Jesús llevó mis dolencias y mis enfermedades en la cruz y con sus llagas he sido sanado". Entonces podremos resistir al diablo, y huirá de nosotros. (Santiago 4:7).
Hoy me hice una pregunta: "¿Hasta cuándo tenemos que resistir al diablo?". Respuesta: "Hasta que se vaya". No podemos desfallecer en nuestra posición de fe en que ya Jesucristo pagó por nuestras enfermedades, por lo tanto, podemos recibir sanidad.
Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Isaías 53:5
Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados. 1 Pedro 2:24.
ORACIÓN DE SANIDAD
Amado Padre Celestial,
Creo en Jesucristo, tu hijo, que vino a esta tierra a pagar por mis pecados y sanarme de todo mal. Yo sé que eres el Dios que sana mis enfermedades y creo que tu poder sanador es tan poderoso hoy al igual que como cuando Jesús caminó en esta tierra.
Me arrepiento de todo pecado y ordeno a la enfermedad que deje mi cuerpo. Yo renuncio a todo poder de Satanás en mi vida. Reprendo todo demonio de enfermedad y ordeno a Satanás que me suelte.
Tú has dicho en tu Palabra que cualquier cosa que yo pida en oración, creyendo que lo he recibido, será hecho. Te doy gracias por Tu promesa de sanarme. Ahora mismo, te pido en el nombre de Jesús que sanes mi cuerpo completamente y hago mía mi sanidad en este mismo momento.
Padre amado, creo que has contestado mi oración y te alabo y te doy las gracias.
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