Permítenos ayudarte en estos momentos tan difíciles en que te encuentras. El primer paso para tu recuperación es el aceptar que necesitas ayuda. Y la ayuda siempre viene del exterior. Hazte la idea de que hay una persona que se está ahogando en el mar y alguien le ofrece una soga para rescatarla. Así mismo debes verte, ahogándote pero que alguien desea ayudarte y rescatarte. Acepta esta ayuda y coopera. Sin duda alguna, tú no escogiste tener este problema de la misma manera que una persona no escoge el tener cáncer, pero recuerda que tu caso no es imposible, Dios ha sanado a muchos y sigue sanando.
El siguiente paso es obtener una buena atención médica. Tu problema puede ser no solo físico pero también sicológico. El doctor te ayudará a escoger el mejor tipo de tratamiento para tu condición. Tienes que darte cuenta que te tomó cierto tiempo llegar a esta punto, ahora la recuperación también tomará cierto tiempo también. Para ello debes de tener paciencia y ser diligente en cuanto al proceso y el tiempo que tomará tu recuperación.
Puede ser que los días que te esperan sean difíciles, luchando por tu salud, tal vez asistiendo al doctor y hablándole de tu problema pero no tienes que pasarlos sola, hay alguien que quiere estar contigo en los momentos malos de tu vida al igual que en los buenos y ese es Dios. Dios te ama tanto que Él sufre al verte sufrir. Él tiene el poder para rescatarte de este hoyo tan profundo en el cual te encuentras y no solo tiene el poder, pero tiene el deseo. Él te ve como una persona valiosa, digna de ser rescatada, amada y restaurada.
Él dice en su Palabra que tiene buenos planes para ti, planes de bendecirte, de darte un futuro bello. Lo puedes leer en Jeremías 29:11 ¨Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis¨. Pero Él no te puede dar nada si no lo aceptas.
Si tienes una gran interrogativa acerca del amor de Dios, recuerda que Él ya demostró su amor cuando envió a su hijo único, Jesucristo, a morir por tus pecados, para que de esa manera, pudieses tener acceso nuevamente a la presencia de Dios y llamarle Padre. Éste fue el plan original de Dios. Él sueña con verte sana, restaurada. ¿Por qué tú no te atreves a soñar este sueño también? Entrégale tu corazón, tu enfermedad, tu desconsuelo y verás como Él llenará todo tu ser con su amor y su Presencia.
Haz esta oración:
Amado Padre Celestial,
Vengo a ti en el nombre de Jesucristo, pidiéndote ayuda para superar esta condición en la que me encuentro. Jesucristo, tú sanaste todo tipo de enfermedades, ahora te pido que me sanes. Ayúdame a manejar mis emociones, mi mente y hacer las decisiones necesarias para que yo pueda volver a ser una persona sana. Te entrego mi vida, para que la restaures. Gracias Señor.
¿Te gustaría que alguien te asistiera en este proceso? Si es así, por favor, llena el formulario y nos comunicaremos contigo.